Un ícono, el Programa Estímulo Fiscal a la Investigación y Desarrollo de Tecnología

Ana Lilia Sánchez Regla, evaluadora del Conacy, explicó las ventajas de ese programa a académicos universitarios y empresarios locales

Jesús Alberto Rubio

Académicos universitarios y empresarios locales participaron el día de ayer en un taller virtual sobre el Programa Estímulo Fiscal a la Investigación y Desarrollo de Tecnología (Efidt) 2021, del Conacyt, el cual trasciende por ser un fondo de apoyo a las empresas que realizan gastos e inversiones en Investigación y Desarrollo de Tecnología (IDT).

César Villegas Carrazco, coordinador general de la Oficina de Transferencia de Tecnología y Conocimiento (OTTC) de la Dirección de Investigación y Posgrado de la Universidad de Sonora, comentó la importancia de que la comunidad académica conozca esos fondos de apoyo para reforzar los trabajos de IDT que actualmente se tiene con las empresas y gestionar nuevos proyectos.

Informó que la actividad, difundida mediante la plataforma Zoom, estuvo a cargo de la académica Ana Lilia Sánchez Regla, evaluadora del Conacyt como experta en gestión de políticas de innovación y administración del conocimiento.

Al respecto, la expositora invitada comentó que el objetivo del fondo es incrementar la inversión privada en la investigación científica y desarrollo tecnológico en el país, propiciando así diversos efectos derrama positivos asociados a dicha actividad.

El programa, sostuvo, tiene implícito el que las empresas tengan una vinculación con las universidades y cómo es necesario que académicos e investigadores ligados a esas empresas sepan de sus alcances porque representa también una valiosa cadena a través de la cual pueden involucrarse para el impulso y desarrollo de la investigación e innovación.

Asimismo, al calificarlo como un ícono de la administración federal, subrayó que, en el caso del papel de la Universidad de Sonora, no sólo se trata de que participe como aliada de organizaciones, sino que se sienta parte de ese tipo de iniciativas teniendo la gran responsabilidad de ser protagonista de ese tipo de programas con el sentido de contribuir en el bienestar en lo económico y social mediante el desarrollo de la innovación tecnológica.

Falta difusión

Ana Lilia Sánchez Regla puso en antecedentes que al programa le falta mayor difusión en México, en especial en aquellos estratos de empresas-industrias, donde su componente inicial es el desarrollo tecnológico, señalando que en su función de evaluadora del Conacyt y Premio Nacional de Tecnología, las empresas están todavía lejos de este tipo de apoyo, pero que afortunadamente hay alternativas para encontrar un paliativo hacia ese tipo de organizaciones.

Mencionó que el programa nació en el 2010 a partir de la creación de la Ley de Ciencia y Tecnología, y dado que implicaba una cuestión fiscal, se involucró a la Secretaría de Hacienda, fomentándose por ello la legislación en lo que es el ISR para alinear las necesidades de las características del programa con la legislación fiscal.

Inclusive, afirmó que ante el advenimiento de la pandemia por covid-19, las consultoras comenzaron a emitir estudios sobre el entorno e impacto económico que se avecinaba, recomendando que las organizaciones accedieran a aquellos tipos de programa de la administración federal disponibles en el área, siendo precisamente uno de ellos el de Estímulo Fiscal a la Investigación y Desarrollo de Tecnología.

Desarrollar investigación y tecnología

“Su objetivo es fomentar que las organizaciones sigan desarrollando investigación y generen desarrollos tecnológicos”, reiteró en la reunión virtual donde explicó que el fondo es un estímulo otorgado a través de un crédito fiscal al contribuyente que realice gastos e inversiones en IDT, es acreditable contra el Impuesto Sobre la Renta (ISR) de los contribuyentes y puede ser ejercido en un periodo de diez años hasta agotarlo.

“El estímulo es equivalente al 30% de los gastos e inversiones incrementales en IDT, respecto al monto de gastos e inversiones promedio en los tres ejercicios anteriores al ejercicio en el cual se solicite el estímulo, o un monto máximo de 50 millones de pesos”, dijo.

Sánchez Regla puntualizó en el hecho de que el Efidt representa una oportunidad para que las empresas inviertan en proyectos de IDT y lo acrediten contra el Impuesto sobre la Renta (ISR) y que, de acuerdo con el Conacyt, los proyectos en esa área tienen que ver con todas aquellas actividades novedosas y creativas realizadas sistemáticamente con el objetivo de incrementar los conocimientos científicos y tecnológicos de una organización o país, así como el uso de sus resultados para la creación de nuevos productos, materiales, procesos, dispositivos y prototipos, entre otros.

Ana Lilia Sánchez Regla es doctora en Gestión y Políticas de la Innovación por el Instituto Politécnico Nacional y maestra en Administración de Negocios Internacionales y Licenciatura en Contaduría y Administración; es Premio Nacional de Tecnología y ha realizado estancias de investigación en las universidades Jaime I de España y la Complutense de Madrid.

Los interesados en conocer más información sobre su tema, pueden acceder al link del video https://www.youtube.com/watch?v=1LLsAcS5AlI&feature=youtu.be.